Liquides Imaginaires

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Liquides Imaginaires es una casa perfumista de origen francés, creada por Philippe Di Méo, con la visión de devolver al perfume su esencia primordial, destacando su poder mágico y transformador. La marca busca encapsular estados emocionales, etapas vitales, deseos y fuerzas interiores, permitiendo que los recuerdos más valiosos se inmortalicen en cada fragancia.

Philippe Di Méo

Philippe, una mente creativa y multifacética con una gran pasión por las palabras, los sabores y los ambientes acuáticos, es el alma artística detrás de Liquides Imaginaires. Sus creaciones surgen de su insaciable curiosidad, su capacidad para generar conceptos únicos y su instinto artístico. Entre la exuberancia y la precisión, Philippe tiene la habilidad de reunir ideas y personajes, creando historias ricas en significado y narrativas cautivadoras.

El Talismán

Un talismán es un objeto al que se le atribuyen poderes mágicos, capaz de atraer buena suerte. En Liquides Imaginaires, cada fragancia es concebida como un talismán, una creación cargada de simbolismo y con un profundo impacto emocional. Estas fragancias no son simples perfumes, sino portales que invitan a quien las lleva a sumergirse en su propio mundo imaginario, explorando dimensiones internas y emocionales.

En el corazón de cada fragancia está una historia. Philippe colabora con casas perfumistas enviándoles primero narrativas y leyendas, que luego se transforman en composiciones olfativas. De esta manera, las historias cobran vida en forma de aromas que despiertan los sentidos y transportan a quien los percibe a universos mágicos.

TRILOGÍAS  

Las fragancias se presentan como trilogías, concebidas para narrar una historia olfativa en tres partes, como si fueran capítulos de un libro.

ENVASE  

El diseño del tapón evoca la forma de una antigua ánfora, un tipo de vasija que se usaba en la antigüedad para transportar o conservar sustancias valiosas como los perfumes.

La historia de Liquides Imaginaires  

La trilogía "Eaux de l'Âme" propone una colaboración artística, invitando a los creadores a plasmar su esencia y creatividad, fusionando su espíritu con el mundo de Liquides Imaginaires a través de la perfumería. En el primer capítulo, Beauté du Diable, participan Philippe Di Méo y Cate Underwood, una modelo, musa, fotógrafa y DJ.  

Cate Underwood, un verdadero ejemplo de artista versátil, lleva su vida entre la fotografía y el modelaje, además de ser bloguera, ícono de estilo, y también madre joven, sin dejar de lado su gran creatividad en todas estas facetas.

Cate, con una personalidad enérgica y decidida, es el tipo de persona capaz de hacer por sí sola lo que generalmente necesitaría un equipo completo para lograr. Siempre activa, se dedica incansablemente a trabajar e investigar. “El mundo está lleno de lugares hermosos por descubrir y siempre hay algo nuevo que me inspira. No puedo limitarme a una sola ciudad en este momento de mi vida, quiero estar en todas partes”. Nacida en Kiev, viviendo en Londres y actualmente en Nueva York, Cate alcanzó reconocimiento en el mundo de la moda al ganar el premio Bazaar Fashion Forward por fotografía en 2010.

El perfume, con su poder de capturar y preservar un recuerdo querido, de transmitir un placer íntimo o de marcar un momento sagrado, tiene la capacidad de oscilar entre la sombra y la luz, siendo a la vez veneno y antídoto...

Philippe Di Meo

Cate fue descubierta a través de una serie de autorretratos Polaroid, capturados de manera espontánea, que muestran fragmentos de su vida cotidiana. A los 20 años, tras haber trabajado tres años en la fotografía y luego del nacimiento de su hija Eva, decidió firmar un contrato de modelo en París. Esta decisión parecía un tributo a la trayectoria profesional de su madre, también modelo, a quien Cate considera su mayor inspiración y referente en la vida. “Cuando era niña, mi madre solía tomarme muchas fotos. Era una pequeña de cuatro años posando como si fuera una modelo de los años 90”.

Cate se destacó con sus autorretratos Polaroid, capturando momentos comunes con un toque personal. “Desde pequeña, mi madre me fotografiaba constantemente; a los cuatro años ya posaba como una top model de los años 90”.

— A los 20 años, después de haber trabajado tres años como fotógrafa.

— “Cuando era niña, mi madre solía tomarme muchas fotos, y posaba como si fuera una modelo de los 90”.

Aromas de una trilogía

Cate llamó la atención con su colección de Polaroids improvisadas, donde plasmaba escenas de su vida diaria. A los 20 años, luego de tres años trabajando en la fotografía y tras el nacimiento de su hija Eva, firmó un contrato como modelo en París, una decisión que reflejaba el legado de su madre, quien también fue modelo. Cate siempre ha considerado a su madre como su mayor referente y fuente de inspiración. “De niña, mi madre me fotografiaba con frecuencia; a los cuatro años ya posaba como una supermodelo de los 90”.

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